💦Si quieres algo, pídelo

Digamos que no abundan. Más bien escasean.
Es que, son tan incómodas que se las evita.
La sola idea de sentarte y decirle a un otro (team, compañero, ¡jefe!) como te sientes cuando hace lo que hace, cuesta. Da miedo. ¿Cómo reaccionará? Noo. Que se de cuenta solo. Ya debería. Es tan obvio. ¿Cómo no se va a dar cuenta. Seguro me lo hace a propósito. Rum rum mental.
Solo al principio sabe raro tener estas conversaciones a las que llamo de «dar-cuenta» Se trata de hacerte cargo de lo que necesitas que pase.
Esquema piola para tenerlas (son solo ideas)
1. Tú cuentas lo que te pasa. Lo que sientes cuando el otro hace lo que hace.
Y, le haces un pedido: que deje de hacerlo, que cambie.
2. Es súper necesario que esta conversación tenga un buen encuadre: una introducción que permita al otro alistarse a escuchar algo que saldrá de lo habitual.
3. Si la persona quiere conversar, entonces tú cuentas (describes ese comportamiento que el otro tiene y que a ti te molesta. (uno solo por vez)
4. Luego, te haces cargo de lo que tú sientes cuando hace lo que hace (lo dices en voz alta)
5. No le atribuyes ninguna intención (solo él sabe sus razones)
6. Le preguntas si se había dado cuenta de eso que hace; si registró el impacto que tiene en ti (la mayoría de las veces verás que la respuesta será no)
7. Finalmente, le pides el cambio con la madurez de saber que un pedido no es una orden. Y que, así la cosa con los pedidos… se reciben síes y se reciben noes.

Lo mejor (en mi opinión) no es la respuesta. Aunque sabe bien (lo reconozco)
Lo rico es esa sensación pacificadora que sientes contigo mismo cuando te escuchas pidiendo lo que necesitas (porque tú lo necesitas y es por eso lo pides)

¿Tienes por ahí pendiente alguna de estas raras conversaciones?
Cuéntame.

Website: www.estasacargo.com.ar