🚧»Tu vida personal tu problema»

Es trillado decirlo pero aún así todavía no me canso de repetirlo:
todos necesitamos trabajar.
Debemos pagar nuestras cuentas.
Pero, quienes pueden elegir, se irán de las empresas donde manda un jefecito.

Los tiempos de épicas de sacrificio ya no venden.
Las nuevas generaciones (y las que estamos usadas también) no soportamos más que nos traten como números desechables.

Si podemos nos vamos.
Si no podemos resistimos por necesidad.
Pero, no agregamos ni cien gramos de compromiso.
¿Está mal? ¿No corresponde? Puede ser y aún así pasa.

Estar atravesando por problemas personales es una situación que afecta el desempeño de cualquiera.

En esos casos, los líderes deben acompañar, acercarse no para inmiscuirse ni para hacer terapia sino para mostrarse humanos. Y, para hacer acuerdos que garanticen la ejecución del trabajo en un momento en el que las emociones están revueltas.

Así de simple: si eres responsable de la ejecución necesitas ocuparte de dimensionar cuánto afectará esta situación a las tareas y remover obstáculos, ofrecer ayuda, generar torniquetes. Hasta que pase el temblor y la persona esté otra vez en cuerpo y alma en el trabajo.

Si tienes la mala suerte de tener a un jefecito que cree que tus problemas personales no afectan tu trabajo Lo siento. No lo mereces. Y no creas que es personal. No tiene habilidades sociales. No sabe lidiar con las emociones y lo hace mal. Preservate. Procura organizarte para hacer frente a tus problemas personales y cuidar tu trabajo y busca ayuda. Siempre hay alguien que observa, que escucha y que puede acompañar.

Hazte fuerte y resiste hasta tanto puedas volar de allí.
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